viernes, 11 de marzo de 2011
XICOTÉNCATL EN LA LÍNEA DEL TIEMPO
(HISTORIA)
LA INTENCIÓN DE PONER A SU DISPOSICIÓN ESTA INFORMACIÓN, ES CON EL NOBLE PROPÓSITO DE QUE CONOZCAN EL ORIGEN DE NUESTRA QUERIDA TIERRA, DE XICOTÉNCATL, Y SI ESTO CONTRIBUYE A QUE VALOREN EL SUELO QUE LES VIO NACER, O QUE FUE LA TIERRA DE SUS ANCESTROS, O SIMPLEMENTE FUE LUGAR DE TRANSITO DE SU FAMILIA, ESPERO QUE ESTOS PÁRRAFOS LES DEN ALGO DE LUZ, LA INFORMACIÓN COMPLETA APARECE EN EL LIBRO HISTORIA DE XICOTÉNCATL, ADEMÁS HAY 3 LIBROS MÁS EN LOS QUE PUEDEN ENCONTRAR MÁS DATOS HISTÓRICOS DE RELEVANCIA, EFEMÉRIDES XICOTENQUENSES, HOMBRES Y MUJERES DE XICOTÉNCATL, E HISTORIA DE LA PUERTA DE LA HUASTECA TAMAULIPECA.
TODOS REALIZADOS CON LA FIRME IDEA DE CONTRIBUIR A CONOCER “LA CATEDRAL DEL AZÚCAR MEXICANO”, XICOTÉNCATL, TAMAULIPAS, MÉXICO.
ANDRÉS GODÍNEZ GONZÁLEZ
CRONISTA DE XICOTÉNCATL
Historia de Xicoténcatl
Derechos Reservados
Andrés Godínez González
Las transformaciones geográficas
Para comprender y valorar la historia, es de vital importancia aplicar nuestra imaginación, por eso desde el inicio de ESTOS EXTRACTOS DEL LIBRO HISTORIA DE XICOTÉNCATL, los invito a que juntos vayamos descubriendo, como fue y como se ha ido transformando a través de millones de años nuestro planeta, y desde luego seguir de igual forma los cambios y acontecimientos suscitados, en nuestro continente, nuestro país, nuestro estado y nuestro municipio.
Para adentrarnos en la historia de Xicoténcatl, y de Tamaulipas, basta imaginar como eran hace mas de doscientos millones de años, cuando los continentes que conocemos actualmente, apenas estaban en formación y muchas regiones que hoy conocemos no existían, pues se encontraban sepultadas por las aguas de lo que hoy conocemos como golfo de México, es por lo que se localizan conchas y fósiles marinos en varias localidades de Tamaulipas y Xicoténcatl que hoy están a muchos kilómetros del mar.
Los habitantes del territorio tamaulipeco antes de la conquista
Vistos dentro del contexto general de la región huasteca, los indios que habitaban el territorio tamaulipeco eran los más primitivos, pese a lo cual poseían una organización social perfectamente estructurada y sometida a un poder central, que a su vez contaba con representantes en cada pueblo o comunidad. Practicaban la monogamia; valiéndose del sistema de coa, cultivaban diversas plantas alimenticias y textiles; mientras que su religión rendía culto a las deidades relacionadas con la tierra, el fuego, los astros, el maíz y la muerte. Debido a que eran diestros en la producción de telas, en la curtiduría de pieles y en la extracción de sal, mantenían un importante intercambio comercial con los señoríos del México central, al tiempo en que los aztecas los obligaban a tributar un determinado número de trajes de algodón cada año.
Construían sus casas sobre terraplenes de lodo o piedra para evitar las inundaciones y vigilar el avance de los chichimecas.
La huasteca era una región densamente poblada, al grado de que tan solo en la porción tamaulipeca, a pesar de ser la mas atrasada y de estar permanentemente amenazada por los chichimecas del norte y de la sierra madre, se asentaban dispersas mas de cien poblaciones a principios del siglo XVI.
El límite formal de la huasteca hacia el norte lo fue el Río Guayalejo - Tamesí, aún cuando tal frontera llegó a excederse en algunos puntos, hasta topar con un lindero definitivo en el río Las Palmas, hoy río Soto La Marina.
Pueblos huastecos existentes en el territorio, que hoy pertenece a Xicoténcatl
Tancaxual (o lugar donde se busca el dulce de calabaza, o donde hay una chapapotera o donde existe un ojo de mal olor, haciendo referencia a la chapapotera), los indios se pintaban rayas en el rostro con este chapapote, y también lo usaban para pintar las vasijas, a su llegada los españoles les llamaron “Betunes de la Tierra” esta población se ubicaba a veinte leguas de Valles y a orillas del río Guayalejo, estaba ubicada en los terrenos que pertenecen actualmente al rancho los Victorinos y ej. Moctezuma. Fue uno de los más grandes con ciento dieciséis tributarios en el año de mil quinientos setenta y uno que pagaban anualmente a su majestad treinta mantas de indios, cien cueros de venado y algunas aves, además de sembrar y cultivar las sementeras.
Tansacanzi o Tanzacanzique (o el lugar pequeño, o el lugar de mil adobes y de loros). Se ubicaba al norte de Xicoténcatl, y como el anterior en la banda sur del río Guayalejo. Por el mismo tiempo, tenia cuarenta indios tributarios encomendados a Teodoro Griego, a quien por estar ausente no daban nada, ni tenían tampoco gran cosa que darle, como no fuera su trabajo personal.
Estos grupos o tribus eran de cultura sedentaria, los cuales eran gobernados por un jefe guerrero el cual era el mas apto, se dedicaban a la agricultura y además fabricaban objetos de cerámica, y piedra para la preparación, cocción y conservación de alimentos, se cree que estas dos poblaciones se fundaron con indios huastecos, venidos de la cuenca sur del río Tamesí, quienes pertenecían a la civilización mesoamericana de la costa del Golfo de México.
El lenguaje que utilizaban era el huasteco, el cual según la filología moderna, sin dificultades se puede reunir a la lengua Maya. Vasijas, morteros, figurillas y restos de cués fue lo que quedo de los primeros pobladores del territorio que hoy ocupa Xicoténcatl.
Además de los indios sedentarios, existían varias tribus de indios primitivos nómadas, los cuales vivían de la caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres, pues en aquellas épocas existían en abundancia en esta bella región, el Jabalí, el conejo, el armadillo, el venado, el pavo o guajolote silvestre el cual en los primeros días del otoño, en cuanto se daba cuenta de que los frutos silvestres abundaban en cualquier comarca, se desplazaba hacía ella, los indígenas de la región conocían esa peculiaridad y por eso mejor que matar a los guajolotes para comerse su carne, les seguían por los gritos para disputarles los frutos silvestres y en el río Guayalejo se pescaba con facilidad el Bagre, el besugo, el pintontle, el bobo, y las acamayas. Los frutos que más abundaban eran los micheros, plátanos silvestres o plátano indio, el mezquite, el cual se comía molido desde la época precortesiana, con el polvo del mezquite se hacían unas bolas que se llamaban mezquitamal y que constituían algo así como una reserva para cuando se ofrecía emprender un largo viaje, el guamúchil, el tamarindo, las moras, los capulines, las pitahayas, también comían la pita o isote que a lo mejor es, botánicamente una liliácea, su flor es aún en nuestros días saboreada por la población, es la única flor silvestre que aun se sigue comiendo (la chocha).
Si nos remontamos más en el tiempo, Xicoténcatl correspondió al Creatico, donde existieron esos enormes proboscidios conocidos como Mamuts, de los que sin duda disfrutaron de sus carnes los primeros pobladores que tenían el privilegio de transitar por esta hermosa región que hoy conocemos como Xicoténcatl. A últimas fechas se descubrió un sitio que presenta arquitectura muy sencilla consistente en pisos de lajas calizas y presencia de materiales cerámicos y de industria lítica de piedra pulida y tallada, que probablemente presente una cronología de entre quinientos años a.C. a ochocientos años d.C. entre el preclásico y clásico de la huasteca.
Dicho sitio fue bautizado como "Los Redondeles" y se ubica al norte del municipio.
Fundación de Villa de Escandón hoy Ciudad de Xicoténcatl
La Villa de Escandón, hoy Ciudad de Xicoténcatl, se ubica actualmente en la margen izquierda del río Guayalejo, en la porción sur del estado de Tamaulipas, se localiza a los 22° 59´ latitud norte y a los 98° 56" longitud oeste, a una altitud de 90 m sobre el nivel del mar.
El municipio de Xicoténcatl cuenta actualmente con una extensión territorial de 1 267.46 kilómetros cuadrados, que representan el 1.58 por ciento respecto al territorio estatal, colinda al norte con el Municipio de Llera; al sur con el de Mante; al este con el de González y al Oeste con el de Gómez Farías.
La fundación de la Villa de Escandón se debe a un convenio entre Don José de Escandón y algunos ricos hacendados de Río Verde San Luis Potosí, quienes se comprometieron a conducir a su costa cien familias para la fundación y pueble de dicha villa y Escandón a cambio les daría tierras para la siembra y pastos. Una vez establecido el convenio Don José de Escandón nombra capitán a Don Nicolás Álvarez, quien desde ese momento se da a la tarea de reclutar familias para dicha empresa.
Logrando reunir solo cuarenta familias, con las que salió de Río Verde el día nueve de marzo de mil setecientos cincuenta y uno por la mañana para llegar así el día quince del mismo mes y año al paraje denominado Las Rucias, dicho lugar había sido elegido para fundar una villa, por los exploradores de mil setecientos cuarenta y siete.
El establecimiento formal de esta villa a dos años que se hizo, por haber desertado los primeros pobladores, el paraje su nombre antiguo de “Los Mecos de Guayalejo”. Informe rendido por Fray Francisco Rafael Borunda, el 20 de mayo de 1757.
Dicho paraje estaba ubicado en los terrenos que ocupan actualmente el Ej. Francisco Castellanos y Congregación Gallinas. Ahí se asentó por primera vez la Villa de Escandón, la que tenía como advocación al "Dulce Nombre de Jesús".
Así es que desde la llegada de estas benditas familias empezó la actividad para todas ellas, pues primero que nada había que desmontar el lugar donde habrían de establecer su vivienda, para después continuar con la limpia de terrenos para sembrar; mientras, se mantenían de la caza y de la pesca.
El tiempo seguía su marcha y todo indicaba que pronto la Villa de Escandón sería una de las más avanzadas de la colonia del Nuevo Santander, pero como nunca falta un prietito en el arroz, un mal día los indios Janambres se revelan en contra de los pacíficos pobladores, dándole muerte a tres de ellos, entre los que se encontraba Don Miguel de Castro, lo que les causó tanto pavor entre los pobladores que decidieron cambiarse el día veintidós de noviembre del año de mil setecientos cincuenta y tres.
El lugar escogido fue donde se unen el Río Frío y el Guayalejo el que está a una distancia aproximada de cinco leguas río abajo sobre la misma margen izquierda, donde permanecieron solo unos cuantos días, pues dicho lugar estaba infestado de moscos (zancudos) por lo que se ven forzados a abandonar este paraje. Tomando así el camino a Santa Bárbara (hoy Cd. Ocampo) donde permanecen hasta la llegada del ya Conde de Sierra Gorda Coronel Don José de Escandón y de la Helguera. Quien iba tan molesto y decepcionado al no encontrar a los pobladores de la villa que llevaba su nombre con la que pensaba inmortalizar su apellido, fue tanto su coraje que apresó personalmente a Don Nicolás Álvarez y para ponerlo en libertad le aplico una multa de $1,800.00 (un mil ochocientos pesos). Por haber abandonado el paraje. De igual forma les aplico otra multa por $3,000.00 (tres mil pesos) a Don Gregorio Álvarez, a Don Miguel Cépeda y a Lázaro Guillén, juntando así $4,800.00 (cuatro mil ochocientos pesos).
Este fue el triste final de aquellos ricos hacendados de Río Verde que quisieron pero no pudieron establecer la Villa de Escandón.
Don José de Escandón se apersonó con las familias que venían de Río Verde y los motivó para que no se marcharan a su tierra, logrando convencer a treinta familias con las cuales se comprometió a reforzar las campañas en contra de los indios. Una vez que ya tenía la base, la reforzó con treinta y seis familias más originarias de Tula, Jaumave y Santa Bárbara, a las que les dio una ayuda de cien pesos a cada una.
Para conducir a las sesenta y seis familias nombró al capitán Don Antonio de Puga a quien entregó otros doscientos pesos para otras dos familias que decidieran incorporarse al grupo. Así como también le hizo entrega de mil pesos para la construcción de una acequia que regase las sementeras de los vecinos y los solares de sus casas, así es que las multas aplicadas a los hacendados de Río Verde, sirvieron para la conducción, establecimiento y construcción de una acequia en la villa de Escandón, sin costo alguno para la Real Hacienda.
Refundación (Repoblación) de la Villa de Escandón
El dieciocho de diciembre de mil setecientos cincuenta cuatro, llegaron nuevamente al lugar inicial, o sea al paraje de Las Rucias, ahora bajo la conducción del capitán Don Antonio de Puga, vecino de Jaumave, en dicho lugar permanecieron apenas unos meses, pues una creciente del río Guayalejo, inundó la vecindad, arruino la iglesia, les arrastro ganado y les desbarato todo lo hecho, por lo cual deciden cambiarse al actual lugar un cinco de marzo del año de mil setecientos cincuenta y cinco.
La evolución de nuestro municipio está representada en sus símbolos Naturales y Culturales, mismos que les doy ha conocer a continuación:
Los Símbolos Xicotenquenses
Todos los pueblos del mundo tienen ciertos símbolos que los identifican, por lo que es de vital importancia que quienes hemos tenido el privilegio de nacer en esta hermosa tierra o quienes la han adoptado como suya conozcamos los símbolos más relevantes de Xicoténcatl, pues estos, son los que nos dan identidad y nos unen a esta bella y original tierra de la huasteca tamaulipeca, donde la caña es mas dulce, los hombres más leales y las mujeres más sensuales.
Nuestro municipio cuenta con cuatro símbolos naturales, que son: el Río Guayalejo, la Mesa Sola, el Valle de los Mamuts y la Peñita.
Río Guayalejo La Peñita
Valle de los Mamuts La Mesa Sola
Además se han considerado a lo largo de su historia, catorce símbolos culturales que son: La Ceiba de la Plaza, Principal, el laurel de la India de Gallinas, el Hotel Palacio, la presa o cortina derivadora El Conejo, el ingenio azucarero Aarón Sáenz Garza, el Kiosco de la plaza principal, el edificio del Palacio Municipal, el Escudo de nuestro municipio, la presa Emilio Portes Gil, la Biblioteca Municipal, el edificio de la Iglesia del dulce nombre de Jesús, el Museo “José de Jesús Almanza Ríos”, el Estadio “Othón Núñez de Cáceres” y la Casa de la cultura. Tres Símbolos dejaron de Serlo, La Ceiba que murió el 23 de junio de 2006, el Laurel de la India que se desgajo parcialmente el día 20 de agosto del 2003, y el 12 de julio del 2004, de manera total; y la Casa de la Cultura, que actualmente es una Guardería Infantil denominada “Mi Casita”. Ahora agregaremos la nueva Ceiba, que fue transplantada el 15 de marzo de 2008, en el mismo lugar de la antigua.
Quien conozca estos símbolos de Xicoténcatl, podrá decir que conoce nuestro municipio, pero quien conozca el origen y el porqué de la existencia de dichos símbolos, podrá pregonar que conoce la historia del municipio de Xicoténcatl, Tamaulipas, México.
Xicoténcatl
“El Corazón de la Puerta de la Huasteca Tamaulipeca”
Andrés Godínez González,
Cronista Municipal de Xicoténcatl
La ciudad de Xicoténcatl, se fundó un 15 de marzo del año de 1751, con el nombre de “Villa de Escandón”, en honor del colonizador Don José de Escandón y de la Helguera, quien fue el responsable del poblamiento del territorio de la Colonia del Nuevo Santander, Hoy Tamaulipas.
La advocación desde la fundación de la hoy ciudad de Xicoténcatl, fue la de el “Dulce Nombre de Jesús”
La ciudad de Xicoténcatl, es la cabecera del municipio que lleva el mismo nombre, se ubica en la margen izquierda del río Guayalejo, en la porción sur del estado de Tamaulipas, se localiza a los 22° 59´ latitud Norte y a los 98° 56” longitud Oeste, a una altitud de 90 m sobre el nivel del mar.
El municipio de Xicoténcatl, cuenta con una extensión territorial de 1,267.46 kilómetros cuadrados, que representan el 1.58 por ciento respecto al territorio estatal, colinda al Norte con el Municipio de Llera; al Sur con el de Mante; al Este con el de González y al Oeste con el de Gómez Farías.
El territorio del Corazón de la Puerta la Huasteca Tamaulipeca, esta poblado por 21,877 habitantes.
Xicoténcatl a 258 años de su fundación, le ofrece al turista sus atractivos naturales como son el Valle de los mamuts, la Peñita y diversos parajes de ensueño en las riveras de sus ríos Sabinas y Guayalejo. Así mismo cuenta con diversos símbolos culturales, dignos de conocer, disfrutar y valorar como son: la Presa Presidente “Emilio Portes Gil”, y la Cortina Derivadora el Conejo, para los amantes de la pesca y el deporte acuático. Para los amantes de la cultura y la historia contamos con el museo Municipal “Prof. José de Jesús Almanza Ríos” la Biblioteca Pública Municipal, el Casco de la Hacienda la Concepción (la Piedra), y la Hacienda San Gabriel. Además en nuestro territorio se localiza Ingenio General y Lic. Aarón Sáenz Garza, que le da el calificativo a Xicoténcatl, de “Catedral Azucarera de Tamaulipas”. Estos son algunos de los atractivos que ofrece al visitante Xicoténcatl.
Cortina Derivadora (Presa) “El Conejo”
Esta presa o Cortina derivadora “EL CONEJO” entro en funcionamiento desde el año de 1945, fue el primer sistema de riego de Xicoténcatl. Infraestructura que permitió irrigar 5, 000 Has.
Parte del casco de la Hacienda la Concepción (La Piedra)
Dos Parajes del Guayalejo
Ingenio General y Lic. Aarón Sáenz Garza
La Peñita
Es dueña de una belleza natural, donde se localiza un pequeño cerro coronado por unas piedras de lutita; desde donde se cree el hombre hace miles de años avistaba las manadas de mamuts o a grupos que se acercaban a su territorio. Este lugar también data de unos 6,000 años a.C.
Valle de los Mamuts
Se localiza a 5 kilómetros al norte de la ciudad. Es una planicie de composición sedimentaria de la era cuaternaria, este sitio denominado “El Salitrillo” es el fondo de un lago desecado del periodo pleistoceno superior, con una antigüedad de 8,500 años.
Interior del MUSEO MUNICIPAL "PROF. JOSE DE JESÚS ALMANZA RÍOS"
Cuenta con 1457 piezas arqueológicas, las que proceden de sitios arqueológicos y paleontológicos ubicados dentro del municipio, tratándose de restos óseos de Mamut, una gran cantidad de implementos líticos, cerámica y figuras antropomorfas y zoomorfas, así como morteros, metates entre otros. Los cuales son restos de grupos cazadores, recolectores y de la cultura huasteca. Dentro de la colección se cuenta con materiales que corresponden al clásico y pos clásico, es decir desde unos 200 años a.C.
La presa Presidente “Emilio Porte Gil”, tiene una capacidad de almacenamiento de 250 millones de metros cúbicos. En la actualidad dicha presa se ha convertido en un autentico sitio de recreo y atracción turística, en sus aguas abundan especies como la lobina, la tilapia y el bagre, que hacen las delicias de los amantes de la pesca que cada año tienen el privilegio de visitarla. Además en sus aguas se pueden practicar todo tipo de deportes acuáticos.
XICOTÉNCATL, ES UN PUEBLO FORMADO POR GENTE DE GRAN TESÓN Y PERSEVERANCIA, IMPREGNADA DE GRAN NOBLEZA Y LEALTAD PARA CON SU TIERRA, SU ESTADO Y SU PATRIA, TODO AQUÍ ES TRABAJO Y ARMONÍA PARA FORTUNA DE TAMAULIPAS Y DE MÉXICO.
Andrés Godínez González
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