viernes, 8 de junio de 2012

Endoscopia

¿QUÉ ES?
La visualización del interior de las vísceras huecas o los espacios virtuales (pleura y peritoneo) mediante la introducción de tubos con una fuente de luz y un visor.

Incluye las siguientes pruebas:

Esofagoscopia
Gastroscopia
Colonoscopia
Sigmoidoscopia
Cistoscopia
Broncoscopia

COMO FUNCIONA

Acoplando un visor, una fuente de luz y un sistema para transmitir las imagenes al exterior, se puede visualizar el interior de las vísceras huecas.
Inicialmente se emplearon sistemas rígidos; tubos metálicos que se introducían, hasta poca profundidad y con grandes molestias.
La aplicación de la fibra óptica (fibroendoscopios) ha permitido reducir enormemente el diámetro del tubo, flexibilizándolo, por lo que actualmente, menos el intestino delgado (por sus múltiples curvaturas), todo el interior del tubo digestivo es accesible a estos aparatos.
Estos tubos presentan también varias vías para poder introdicir a través suyo diversos utensilios, que permiten la toma de muestras e incluso actuaciones terapéuticas.

PARA QUE SE PIDE

Las tres áreas donde está más desarrollado el empleo de la endoscopia son:

El estudio del APARATO DIGESTIVO, tanto superior como inferior, salvo el intestino delgado, sobre todo en:

Sangrado digestivo; de urgencia en la hematemesis (vómitos de sangre) o melenas (heces sangrientas) abundantes.
Prevención (cribado) o diagnóstico de úlceras y neoplasias digestivas.

Las VÍAS RESPIRATORIAS, para el estudio de sangrados de origen respiratorio y diagnóstico de cánceres bronquiales.

Las VÍAS URINARIAS; usualmente la vejiga urinaria en el diagnóstico y tratamiento de los cánceres vesicales y para intervenciones terapéuticas "a ciegas" (extracción de cálculos mediante cestillos), también los ureteres.
Una técnica relacionada, pero que precisa de la realización de una incisión y emplea tubos rígidos, es la laparoscopia, en la que se observa e interviene en el interior del abdomen.

COMO SE HACE LA EXPLORACION

Se introduce el tubo o endoscopio (según la cavidad a estudiar hay varios modelos; de más cortos a largos, cistoscopios, broncoscopios, gastroscopios y colonoscopios) por la apertura natural precisa hasta la zona a estudiar.

Puede emplearse para recoger muestras mediante cepillos o pinzas sacabocados o realizar intervenciones terapéuticas, mediante diatermia, laser, lazo o instilando medicamentos.

PREPARACIÓN PREVIA
Para la gastroscopia conviene estar en ayunas.
Para la colonoscopia deberá seguirse una dieta pobre en residuos y tomar una solución evacuante el día anterior.
Para la cistoscopia debe realizarse unos análisis de orina previos para descartar una infección.
Para todas conviene que no tome antiinflamatorios no esteroideos durante los días anteriores, para reducir el riesgo de sangrados.
Es conveniente realizar unos análisis de sangre sobre la coagulación y tipaje sanguíneo previos, si hay la menor duda sobre la posibilidad de una hemorragia.

AL IRSE A HACER LA PRUEBA
En la gastroscopia se suele administrar un tranquilizante y un antiemético que facilitan la exploración.
Para la colonoscopia se insufla el intestino grueso de aire.
Durante la cistoscopia se rellena la vejiga de suero.
La broncoscopia puede requerir su realización bajo sedación profunda (dormir sin llegar a anestesiar).

EN QUÉ CONSISTE LA EXPLORACIÓN
El médico introduce el tubo, que guía mediante unos mandos, pudiendo grabar imagenes ilustrativas.
Una vez el tubo en posición, puede meter y sacar diversos instrumentos del mismo.

PROBLEMAS
Ansiedad, náuseas, reacciones vegetativas, usualmente sin importancia.
Existe la posibilidad teórica de provocar una hemorragia o incluso una perforación, por lo que es conveniente que esta exploración se realice en, o cerca de, un hospital con quirófano, aunque estas complicaciones son muy infrecuentes desde la instauración de los tubos flexibles

PRECAUCIONES

Genéricas de la exploración
Debe ser realizada por un médico experto, ya que su práctica es la mejor garantía.

Sobre todo la gastroscopia es una técnica muy aparatosa, pero menos molesta de lo que pueda parecer.

Niños y embarazadas
En los niños se emplea poco, al requerir tubos especiales y permitir sólo diámetros pequeños, que restan utilidad a la exploración.

En embarazadas no se recomienda salvo que sea necesario, ya que el embarazo comprime las vísceras huecas, aumentando el riesgo de perforación.

Enfermedades especiales
Las alteraciones de la coagulación y hemostasia, o los tratamientos anticoagulantes, incluyendo el ácido acetil salicílico o aspirina, aumentan el riesgo de hemorragia.

Determinadas enfermedades, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, pueden facilitar una perforación.

Las intervenciones quirúrgicas previas pueden haber dejado bridas cicatriciales que favorezcan una perforación.

Las infecciones activas de la orina contraindican la cistoscopia. 

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